Natalia Heredia
Veo a una niña de color rosa, junto a un estanque, fascinada ante el reflejo del templo de la Sagrada Familia al revés. “Nací en este barrio como mi padre, un anarquista que se fue de casa cuando era niña y que me inculcó el haz lo que creas. Viví con mi madre, con mi abuela materna que me educó hasta que fui a un colegio de monjas escolapias y con un hermano que nació el día que yo cumplí 2 años. Nunca he hecho catequesis y tampoco estoy bautizada. Me crié en un matriarcado y esté o no de acuerdo con aquellas mujeres, es un lujo el haber escuchado voces y valores de distintas generaciones en casa”.
Natalia ha crecido, tiene veintitantos años y un futuro político cargado de ilusión. Dentro de muy pocas semanas, presentará junto a otros compañeros un movimiento político que pretende impulsar la democracia participativa o democracia en espiral, el sí a todo y la revolución divertida.
Motivados.org, es un nuevo partido que nace de una suma de voluntades que en tiempos de crudo mercantilismo desean participar en la vida de la Polis para devolver a la política su vertiente humana, sincera y divertida. Pretenden acercarse a los problemas de la gente, y hacerlo con espíritu optimista, sin estereotipos y sin certezas graves. “Queremos que los ciudadanos gobiernen directamente sus asuntos con creatividad e ilusión”, proclaman sus textos. “Entre muchos, vamos a escribir nuestro propio argumento sin jerarquías ni jerarcas. El mundo no es una propiedad privada ni un gran centro comercial inagotable. No sólo de pan, coche, televisión y chalet vive el hombre. Sí al intercambio, al trueque y al dinero ético. Sí al no lo sé y a la imperfección. Sí a la actividad política plural ante un sistema castrante y burocratizado que ha alejado a la gente del poder y que maneja nuestras vidas. Sí a la legalización de todas las sustancias. Sí a un planeta sano y a un equilibrio sostenible”.
Cuando un grupo de motivados se reunieron en torno a un plato de espaguetis en un restaurante de la calle Urgell en el mes de marzo del 2001 con la intención de montar un movimiento, Natalia, que tenía ganas de participar en un colectivo que se planteara acciones sociales sin quejarse, no creyó que el asunto llegara a una notaría con los estatutos de partido en regla. “Cuando la única ideología que existe es la del consumo y el espacio entre derecha e izquierda no está claro, crear un movimiento que no se preocupe tanto del bienestar económico como de recuperar un sentido lúdico y justo de la existencia, que te dé la posibilidad de sentirte bien contigo mismo, con tus decisiones y con tu gente me parece esencial. Desde marzo, la cosa ha madurado al recoger aportaciones que me han atraído. Hoy me siento muy implicada. Animamos a la gente sensibilizada por todo lo que nos pasa a que participe. Entre muchos podemos cambiar algo. Si somos ciudadanos de un lugar es importante que todos participemos en la gestión de nuestro espacio”.
Esta mujer que transmite energía y pasión por lo colectivo es quien ha creado la Web de Motivados con una facilidad sorprendente y ha conectado mediante e-mail a todos los asociados. Natalia se gana la vida en el Institut Catalá de Tecnologia como diseñadora de webs y manteniendo un portal dedicado a comunidades virtuales. “Estudié Comunicación Visual en la Pompeu Fabra y me sentí desplazada. A muchos de mis compañeros sólo les interesaba aprobar para que sus padres les siguieran subvencionando. Cuando les comentabas un tema social, reaccionaban como si les hablaras en chino. Y los profesores se limitaban a dar sus clases sin hacerte pensar. Desde los catorce años curro y en BUP milité en Esguard, un grupo de mujeres próximas a Terra Lliure. Me decepcioné porque si no pensabas exactamente como ellos te consideraban un infiltrado. Me daba apuro verter mis opiniones. Lo dejé y ya no soy independentista, ni amiga de radicalismos. Las cosas nunca son blanco o negro”.
En la Pompeu, Natalia, ya en BUP, ganó un premio del Injuve por un trabajo sobre la situación de la mujer en Barcelona en el siglo XVIII. A continuación presentó otro trabajo sobre flayers, que el profesor Satué consideró una majadería por no estar éstos homologados como medio de comunicación, y casi la suspende. Sin embargo, con este trabajo volvió a ganar un premio remunerado. Con el dinero, se fue a Estados Unidos y pasó una temporada metida en el american way of live en casa de unos parientes. “Me gusta observar, buscar los pros y contras y luego opinar. Mis parientes vivían en una casita con jardín a setenta kilómetros de Nueva York pero eran esclavos del trabajo. Trabajaban como fieras para que su hijita tuviera una piscina más grande y sin embargo no tenían tiempo para estar con ella. Años más tarde, pasé una temporada en Brasil en casa de otras parientes. Y observé que aquella gente vive peor que en EEUU pero es mucho más feliz y solidaria.”
Esta mujer, que se sitúa en las antípodas de cualquier dogmatismo y que tanta humanidad trasmite, me cuenta que le entusiasma leer y que aunque el libro que más le ha marcado es Un mundo feliz, de Huxley, “de cualquier libro puedes sacar algo si le prestas atención”.
“Al acabar la carrera, me di cuenta de que prensa, radio y televisión, los medios que me interesaban, estaban saturados y vendidos y que en ellos no había posibilidad de libertad de expresión ni de creatividad. Fue entonces cuando me metí de lleno en el área multimedia de internet”. Natalia suspira y te mece en una ingenuidad que atrapa. “Los políticos se han metido en el engranaje dominado por las empresas y sólo viven la realidad a través de ellas. Han perdido el contacto con la realidad y con su gente. Internet es otro cantar. En la red, la gente se vuelve generosa y todos compartimos experiencias, debatimos y las jerarquías sólo existen en función de lo que uno sabe sin discriminar a nadie. Es lo más parecido a un ágora griega”.
Los movimientos antiglobalización le atraen porque forman un conjunto de colectivos diferentes que han unido fuerzas para ir contra la uniformidad y el materialismo que está matando al Planeta. “Los políticos que mandan y la prensa convencional los utilizan para ocultar lo que realmente deciden los del G-8. Aunque la prensa no lo refleje, las nuevas generaciones están cansadas de este capitalismo que lo desequilibra todo y, pese a estar controlados, estamos aprendiendo a expresarnos, a comunicarnos y a organizarnos”.
Muchas Natalias crecidas, sin duda, pueden cambiar el mundo.
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Motivados.org, “la revolución divertida” se ha coaligado con varias asociaciones que abogan por la libertad frente al bozal que imponen las órdenes municipales. Natalia Heredia ha encontrado un nuevo camino en el que reunir voluntades, participar y cuestionar. Nosaltres marxem es un colectivo que promueve la apostasía surgido con fuerza en el barrio de Sants de Barcelona.